El periodista Dani Chicano (@rvproscenium), por encargo de Temporada Alta, recibió a la compañía de Claudio Tolcachir cuando esta llegó a principio de semana al Teatre Municipal de Girona, donde se estrenará L’omissió de la familia Coleman. Nos habla del proceso de creación y recuperamos los materiales elaborados sobre esta pieza:
Claudio Tolcachir aceptó el reto que le planteó Temporada Alta de hacer la versión en catalán de su primera obra, La omisión de la familia Coleman, que había sido un éxito en Argentina y que en 2007 había llevado a la sala La Planeta, también en el marco de Temporada Alta, dentro del ciclo de teatro porteño en el que coincidió con Veronese, Daulte y Bartís.
L’omissió de la familia Coleman, que se estrena hoy y mañana en el Teatro Municipal de Girona (20h) y hará temporada en el Teatre Romea del 26 de octubre al 9 de diciembre, es una pieza coral para ocho intérpretes, en la que todos tienen un grado de protagonismo elevadísimo, aunque los roles que posiblemente perduren en la memoria del espectador son los de Memè, Salva y Gabi. EN este hilo twitter explicamos qué personajes habitan la peculiar casa de los Coleman.
Obrim fil 👇👇👇per parlar-vos de L’omissió de la familia Coleman, que s’estrenarà a #TA18 al @teatre_g i a partir del 26 d’octubre al @Teatre_Romea. El periodista Dani Chicano 🕵️♂️ (@xiquein @rvproscenium) us ofereix algunes de les claus de l’obra. https://t.co/cckw87OvRf #VeusTA pic.twitter.com/mi9VlZgFyC
— Temporada Alta (@temporadaalta) October 17, 2018
Claudio Tolcachir dirige un reparto formado por intérpretes de primer nivel: Cesca Piñon (Montserrat Coleman), Roser Batalla (Memé), Sergi Torrecilla (Salva), Bruna Cusí (Gabi), Ireneo trans (Dani), Vanessa Segura (Verónica), Biel Duran (Ferran) y Josep Julien (médico). Biel Duran ha sustituido a última hora a Marco Rodríguez. El autor y director argentino, que es fundador de la sala Timbre 4 en el barrio de Boedo, en Buenos Aires, además de los Coleman, también ha llevado a Temporada Alta El viento en un violín o Tercer cuerpo o Dínamo. Tolcachir, al llegar a Girona, se mostró feliz con el reparto y en cómo había ido el proceso de creación. Tanto el director como los intérpretes tenían muy claro cómo debían trabajar para que la historia funcionara: “Claudio insiste mucho en que tenemos que trabajar en red”, decía Bruna Cusí, y el director lo corrobora: “Es cierto, porque si no nos escuchamos continuamente unos a otros, si no estamos muy concentrados, conectados, y alimentándonos de la energía del otro, es imposible que funcione “. En el Teatro Municipal se instalaron cómodamente, como mostramos en este post de facebook.
Uno de los puntos de interés de la pieza será comprobar cómo funciona esta manera “argentino” de funcionar con intérpretes catalanes. Si hay alguna característica destacable del teatro argentino, desde Kartún, a Tolcachir, pasando por Bartís o Veronese, es el ritmo, la rapidez con que se hacen la réplica y la contrarrèplica, un ritmo que a veces se erige incluso en motor dramático y que es imprescindible para otorgar veracidad a los personajes y conseguir determinados efectos dramáticos, como la comicidad o un punto de surrealismo.
Si creíais que su familia era extraña, aquí tenéis el antídoto, con los Coleman descubrirá que es medio normal y todo.