La trigésima edición de Temporada Alta ha supuesto la recuperación de la programación de fuera de nuestras fronteras y la reanudación de todas las líneas de internacionalización que el festival impulsa. Este año la presencia de artistas de varias partes del mundo ha vuelto a las cifras habituales. Entre los grandes nombres de la escena internacional que han estado presentes en esta edición hay Christoph Marthaler con Aucune Idée, Alain Platel con Gardenia, Christiane Jatahy con Entre chien te loup, Romeo Castellucci con Bros, o Guy Cassiers con Antigona a Molenbeek y Tirèsies, entre otros. La presencia ya usual de algunos de estos dramaturgos constata que, desde hace un tiempo, varias compañías de renombre incluyen el festival en sus giras europeas.
Durante esta última edición, Temporada Alta también se ha consolidado como punto de encuentro de los profesionales de las artes escénicas de todo el mundo. La organización desde hace más de 10 años de la Semana de Programadores y la acogida del Satel·lit IETM este año en Girona han sumado 224 profesionales de 24 países. También hemos participado en dos proyectos que tienen por objetivo favorecer la circulación de artistas a nivel europeo: Pyrenart y People Power Partnership. El festival también recuperará este 2022 la décima edición de Temporada Alta en Latinoamérica.
Apoyo a la creación
Uno de los ejes principales del festival es la colaboración con compañías, productoras y equipaciones del país y de fuera. Este año, el festival ha programado 26 espectáculos que son producciones propias o que ha ayudado a coproducir, 19 de los cuales tienen garantizada gira o temporada en teatros –6 de los cuales en el extranjero– después de pasar por Girona. Una de las líneas que Temporada Alta ha continuado impulsando ha sido la de invitar grandes directores internacionales a trabajar con equipos catalanes. En esta edición, el director ha sido el lituano Oskaras Koršunovas, que ha dirigido L’Oncle Vània de Anton Txèkhov con un reparto catalán encabezado por Julio Manrique.
La apuesta por el apoyo a la dramaturgia se ha reforzado estos últimos años, coincidiendo con un momento en que la pandemia ha afectado sensiblemente el sistema de producciones del país y los recursos disponibles para las compañías. Este año, el festival ha producido El cos més bonic que s’haurà trobat mai en aquest lloc, de Josep Maria Miró, con dirección de Xavier Albertí e interpretado por Pere Arquillué, y Solo yo escapé, de Caryl Churchill con dirección de Magda Puyo, esta última con una próxima versión en castellano y con temporada prevista, también, en Madrid después de la gira actual por Cataluña.
Proyecto social y educativo
El proyecto central que vehicula el compromiso educativo de Temporada Alta es A Tempo – Arts i Formació. En su quinta edición, el proyecto impulsado por la Fundació La Ciutat Invisible con el apoyo de la Fundación Banco Sabadell, ha retomado su formato presencial habitual con una programación más amplia de actividades, donde han participado un total de 53 centros educativos entre públicos y concertados, que supone la cifra de participación más elevada desde que empezó el proyecto en 2017. Un total de 2.693 estudiantes han participado del proyecto A Tempo, con 111 docentes y 53 centros educativos implicados.
La vertiente social del festival se ha vehiculado, sobre todo, a través del programa de entradas sociales. Este año se han entregado un total de 3.975 entradas a colectivos sociales y educativos, 615 de las cuales a 20 colectivos a través del programa de entradas, así como 2.383 a precio reducido.