Nacida en Figueres (Girona) en 1966, Angélica Liddell es licenciada en psicología y arte dramático. Su apellido es en realidad González, pero escogió a Liddell como homenaje a Alicia Liddell, fuente de inspiración de Lewis Carroll para su obra Alicia en el país de las maravillas. Sus producciones se alejan del teatro convencional, lo que le ha llevado a ser una de las escritoras y directoras de escena más destacadas del panorama actual.
Las reconocidas obras de Angélica Liddell
En 1988 con la pieza Greta quiere suicidarse recibió el primero de los muchos premios que ha ido acumulando a lo largo de su carrera y entre los que destaca el Premio Nacional de Literatura Dramática, el León de Plata de la Bienal de Teatro de Venecia (2012) y el Premio Leteo (2016).
En 1993 crea la compañía Atra Bilis Teatro, con la que ha conseguido que sus obras se traduzcan al francés, inglés, rumano, ruso, alemán, polaco y portugués. Sus obras El año de Ricardo, La casa de la fuerza, Maldito es el hombre que confía en el hombre, un proyecto de alfabetización, Ping Pang Qiu, Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy), Ciclo de las resurrecciones , ¿Qué haré yo con esta espada?, El Decamerón, Génesis 6, 6-7, Esta breve tragedia de la carne, La letra escarlata, Una costilla sobre la mesa: Madre y Una costilla sobre la mesa: Padre, se han estrenado, entre otros, en el Festival de Aviñón, en el Wiener Festwochen y en el Teatro del Odeón de París.
En sus últimas producciones, Angélica Liddell se ha centrado en el mundo trágico y de la mística estética, primero con Liebestod, el olor a sangre no se me quita de los ojos. Juan Belmonte y después con Terebrante, ambas estrenadas en 2021. El mundo del toreo es el protagonista de la primera obra, mientras que con Terebrante nos habla del dolor más profundo mientras homenajea -a su manera- la vida del cantaor de flamenco Manuel Agujetas.
Una de las autoras teatrales contemporáneas más valoradas
Angélica Liddell es uno de los nombres más valorados de entre los autores teatrales contemporáneos surgidos en nuestro país a partir de la década de 1980. Su teatro huye de toda dramaturgia convencional y tiende a mostrar los aspectos más oscuros de la realidad contemporánea. El sexo, la muerte, la violencia, el poder o la locura son algunos de los temas que trata de forma obsesiva en sus textos. Sus obras están llenas de un expresionismo desgarrador, de crítica social y de una pureza excepcional, buscando al mismo tiempo el significado a través del dolor y la subversión.