Los escenarios del Festival de este año han recibido un total de 52.753 espectadores, superando en 5.025 los 47.728 que los visitaron en la edición del año pasado lo cual representa un incremento del 10’5% de asistentes. La ocupación total ha llegado al 90’5% en las 94 propuestas que se han presentado, y más de la mitad de estas, 48, fueron estrenos o bien absolutos, o bien en Cataluña o España.
Este incremento de la asistencia ha venido acompañado de la consolidación de la vertiente internacional del Festival: se han presentado 25 propuestas de 16 países diferentes. Entre los grandes nombres de la escena internacional nos han visitado Alain Platel, Romeo Castellucci, Oskaras Korsunovas, Guy Cassiers, Christiane Jatahy, Mariano Pensotti, Los Colochos o la compañía 1927, entre otros.
Otro buen ejemplo del nivel de internacionalización del Festival es la Semana de programadores. Se trata de la séptima edición de este punto de encuentro entre la creación artística internacional y catalana, que este año ha reunido 85 creadores de 12 países distintos. Continuando con esta vocación de puente entre la escena artística extranjera y catalana, se presenta Temporada Alta en América Latina, un trampolín para que los artistas del país puedan dar a conocer su talento al otro lado del Atlántico.
En la edición de este año el Festival también ha consolidado su apuesta por la creación, participando en la producción de 26 propuestas artísticas. Este otoño se han podido ver grandes nombres del panorama artístico catalán como Lluís Homar, Pau Miró, Àlex Rigola, Mal Pelo, Sol Picó, Lali Ayguadé o Alícia Gorina gracias a producciones o coproducciones de Temporada Alta. El Festival sigue tejiendo alianzas con grandes instituciones de Cataluña -el Teatre Nacional de Catalunya, el Teatre Lliure, la Sala Beckett o el Mercat de les Flors– e internacionales –Théâtre de la Ville de París, Agora de le Danse de Montreal, Festival Bolzano Danza o el Mucem de Marsella– para poder ofrecer una creación propia de calidad.
Temporada Alta mira hacia el futuro y presenta algunas propuestas que determinarán las próximas ediciones, como la participación del festival en el proyecto europeo Interreg 2018-2020 o su proyecto social y educativo, línea que se ha empezado a trabajar este año con el programa A TEMPO, Arts i Formació, un proyecto de la Fundació la Ciutat Invisible con la colaboración de la Fundació Banc Sabadell que en el año de su nacimiento ha contado con la participación de 3.690 estudiantes, 182 docentes y 70 artistas profesionales.