Alain Platel (Gante, Bélgica, 1956) es un coreógrafo y director escénico flamenco reconocido internacionalmente por haber creado un estilo único, híbrido y profundamente humano dentro del panorama de la danza contemporánea europea. Su trayectoria se ha caracterizado por una mirada compasiva y radical sobre los cuerpos, la comunidad y las emociones, trabajando a menudo con intérpretes no profesionales y con personas provenientes de contextos diversos, tanto sociales como físicos.
Platel se formó inicialmente como logopeda y pedagogo, influencia que se hace evidente en su sensibilidad hacia los cuerpos “imperfectos”, vulnerables o fuera de norma. En 1984 fundó la compañía Les Ballets C de la B (Las Ballets Contemporains de la Belgique), que pronto se convirtió en una referencia internacional por su combinación de danza, teatro, música y documentalismo social.
Les Ballets C de la B y el teatro coreográfico de la emoción colectiva
Con espectáculos como Bonjour Madame, La Tristeza Complice, Iets op Bach, Vsprs, Out of Context – for Pina o Nicht schlafen, Alain Platel ha construido un lenguaje escénico propio que bebe de múltiples fuentes: la danza clásica y el hip-hop, el gesto cotidiano, el teatro documental y la música sacra. Sus creaciones parten a menudo de materiales musicales muy potentes —Bach, Mahler, Wagner— y exploran la forma en que el cuerpo colectivo puede expresar el sufrimiento, el placer, la locura o la resistencia.
Un rasgo distintivo de su trabajo es lo que él mismo llama “coreografía de la disfunción”, en la que los movimientos espasmódicos, la descoordinación y el descontrol se integran como formas legítimas de danza. Esta apuesta por el cuerpo real e imperfecto rompe con las normas estéticas tradicionales y abre una vía poética y política a la vez.
Alain Platel: danza, música y transformación social
Sus obras han sido presentadas en todo el mundo y han recibido numerosos reconocimientos. Platel también ha colaborado con artistas como Frank Van Laecke o Fabrizio Cassol, impulsando proyectos de creación comunitaria, a menudo vinculados a contextos marginales o multiculturales. Su trabajo exuda una gran fe en la capacidad del arte para transformar las relaciones humanas y hacer visibles los conflictos silenciados.
Con una mirada comprometida y radicalmente empática, Alain Platel ha renovado el concepto de danza contemporánea, poniendo el alma, el caos y la fragilidad en el centro de la escena.